Los he llamado «versos dulces» por la historia que montamos detrás, pero en realidad se trata de unas galletas de la fortuna…Las típicas galletas que ponen en algunos restaurantes chinos o japoneses pero que parece ser que su origen no está en Asia, sino en San Francisco!
La última vez que hice estas galletas fue para un juego muy especial en una cena de Navidad. Era el cumpleaños de un gran amigo nuestro y poeta que hacía poco se había recuperado de una enfermedad muy delicada. Se nos ocurrió seleccionar 4 de sus poemas e imprimirlos en colores diferentes. Cortamos todos los versos y pusimos cada uno en una galleta. Repartimos las galletas al azar entre todos los amigos, nos agrupamos por colores, e intentamos reconstruir y recitar cada poema. La verdad es que no nos esperábamos que quedara tan bonito y especial!
Os paso la recta y os animo a que penséis en maneras de regalarlas. Seguro que hay múltiples y muy originales! Si no se os ocurre ninguna también podéis poner refranes o cualquier tipo de frase.
- 4 claras de huevo
- 1 taza de azúcar muy fino (podéis coger azúcar normal y pasarlo por la picadora 123)
- 1 taza de harina tamizada
- 1 pizca de sal
- 5 cucharadas soperas de mantequilla derretida
- 3 cucharadas soperas de nata para montar (NO nata líquida para salsas)
- 1 cucharadita de esencia de almendra (si no tenéis podéis poner de vainilla o nada)
- Un poquito de aceite para el papel de horno
- Los papelitos con las frases/versos
Calentar el horno a 200ºC. Con un pincel o algodón pintar un papel de horno (o una tela tipo silpat o antiadherente). Poner las claras y el azúcar en un bol y batir bien con unas varillas unos 30 segunos (mejor que sean varillas eléctricas). Añadir la harina, la sal y batir justo hasta que esté todo mezclado. Añadir la mantequilla, la nata y el aroma de almendra. Batir unos 30 segunos más.
Coger una cucharadita de te de masa y ponerla en el papel de horno. Con la parte trasera de la cuchara, esparcirla un poco hasta conseguir unos 8cm de diámetro, más o menos. Repetir el proceso procurando dejar un poco de espacio entre galletas. Cocerlas al horno unos 4 minutos, girar la bandeja del horno, y cocerlas 4 minutos más… o hasta que los bordes empiezen a quedar tostados. Hay que vigilar de no cocerlas demasiado (se queman enseguida!) o poco (no quedarían crujientes!).
Y ahora viene lo más difícil y divertido… hay que ser rápidos o se quedarán duras y no las podréis manipular! Básicamente, tenéis unos 10 segundos! Necesitaréis tener un vaso o una taza cerca y una espátula! Poner un papelito en el centro de una galleta (si os sale mucho, doblarlo por la mitad). Con una espátula levantar la mitad de la galleta y doblarla como si quedara un semicírculo. Con la espátula coger el semicírculo con el papelito dentro. Con los dedos doblar la galleta encima del borde del vaso, de tal manera que os quede la parte de la apertura arriba. Como todavía estarán calientes, lo ideal es ponerlas inmediatamente dentro de un molde de madalenas pequeño o en tacitas para que conserven la forma. Las primeras es posible que os salgan mal pero poco a poco iréis cogiendo práctica. Una vez frías deben de quedar crujientes. Para comerlas solo hay que partir en dos la galleta y encontraréis el papelito… y mucha fortuna! 🙂
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