Después de tanto tiempo de no publicar nada en el blog, hoy os traigo una receta muy sencilla y resultona! Un total descubrimiento! Se trata de unas patatas chip hechas en el microondas. La verdad es que no utilizo casi para nada el microondas…pero reconozco que estas patatas salen de maravilla. Mi abuela paterna («la padrino») hacía este tipo de patatas fritas en la sartén y quedaban deliciosas…ahora mismo parece que la esté viendo cortar patatas lentamente para conseguir el grosor ideal (entonces no teníamos las mandolinas e ahora), friéndolas, dejándolas escurrir encima de papel de cocina… y ver como desaparecían rápidamente! Qué buenas!!! Éstas que os traigo hoy son muy parecidas, con la ventaja de que tienen menos aceite (versión light) y están mucho más crujientes! Además, el crujiente se mantiene mucho más!
- Patatas blancas
- Aceite
- Sal
- Papel de horno
Cortar las patatas con una mandolina para que queden muy finas y de un grosor uniforme (si no tenéis mandolina, no pasa nada, con el cuchillo va bien también, tal y como lo hacía mi abuela). Embadurnarlas con aceite de oliva con las manos o con aceite en spray. Cubrir un plato para ir al microondas con una hoja de papel de horno (coger el papel por debajo del plato) y poner las patatas encima sin que se monten unas con otras. El papel es necesario, de lo contrario las patatas se quedan pegadas en el plato! Poner el plato en el microondas y cocinar a máxima potencia hasta que estén tostaditas. Depende del microondas tardaréis 2 ó 5 minutos (hay que vigilar porque se queman rápido, así que id comprobando hasta que le hayáis cogido el truco a vuestro microondas). Sacar las patatas del plato, ponerlas en un bol y espolvorear con sal. Como os podéis imaginar es un proceso bastante largo pero el resultado es buenísimo y muy sano!
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