Me encantan las corquetas! Este verano hice, por primera vez, esta receta sorprendente que encontré navegando por la web! No solo porque el hecho de llevar queso las hace muuuuy cremosas sinó también porqué están rebozadas con kikos! Encantaron! La receta no es complicada, más allá de que se trata de una receta de croquetas, con lo que deberemos poner especial atención en hacer una bechamel cremosa pero consistente para poder hacer bolitas con la textura óptima que no se nos abran al freir. Para un mejor resultado, recordad que mejor preparar la masa el día antes!
- 175g de queso de Mahón rallado
- 350ml de leche
- 25g de mantequilla
- 65g de harina
- 1 huevo
- 100g de kikos de buena calidad
Empezar a preparar la bechamel. Calentar la leche y poner la mantequilla en un cazo a fuego lento. Una vez esté derretida, añadir la harina y remover bien durante unos minutos para que se cueza (sin que se queme!). Recordad que esta es la manera para que la bechamel sepa a bechamel y no a harina. Añadir, poco a poco, la leche y remover constantemente. Si se forman grumos (a mi me ocurre siempre), batir con la batidora. Seguir removiendo hasta que veamos que la bechamel empieza a despegarse del cazo. Se puede añadir un pelín de sal pero no mucha ya que el queso Mahón es bastante saladito. Añadir el queso rallado y mezclar bien hasta que quede integrado en la bechamel. Verter la masa en una bandeja pequeña de horno o recipiente y dejar reposar en la nevera hasta el día siguiente. Justo antes de ponerlo en la nevera acostumbro a coger el bloque de mantequilla y lo paso suavemente por encima de la masa. Veréis que la mantequilla se va fundiendo y creará una capita brillante que evitará que se seque la masa al enfriarse.
El día siguiente, picar los kikos con una picadora procurando que queden trocitos gorditos y finos. Coger cucharadas de te de la masa, hacer bolas con las manos y pasarlas por huevo batido y por los kikos. Una vez tengáis todas las croquetas liadas, calentar aceite (a unos 180ºC) y poner las croquetas unos segundos! Estas croquetas no hay que freírlas como las normales, simplemente hay que darles un toque para que los kikos se peguen (los kikos ya están fritos!). Para freir croquetas, y al no tener freidora, utilizo un cazo en lugar de una sartén. Eso permite que las croquetas se queden bien sumergidas y que queden brien fritas. Como siempre que hacemos fritura, poner a escurrir las croquetas encima de en par de papeles de cocina.
Ya veréis como vuelan!!
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